Llevo mucho tiempo sin actualizar este blog. Así que pido perdón no por ello, sino porque esta entrada versará sobre mí. En concreto sobre uno de los aspectos de mi colección que más me gustan: los marcapáginas que me regala Alicia.
Alicia es mi mujer y uno no sólo ha tenido la suerte de lograr enamorarla y convencerla para pasar juntos el resto de nuestra vida. Si ese fue el premio gordo, tampoco se puede olvidar la pedrea, su corazón de artista que me regala marcapáginas manuales:
Suelen llegar en cumpleaños, aniversarios, las fechas especiales que marcan el calendario de cada pareja...
Ni que decir tiene que ocupan un lugar destacado en mi colección. Abren la serie dedicada a los marca páginas hechos a mano... Ahí los dejo, disfrutando con el talento y el humor; con su capacidad para pequeñas artesanías que llenan de felicidad momentos de nuestra vida.
Son puntos de lectura que nunca se intercambiarán. Alguna vez le he pedido alguno especial para regalar a los amigos del grupo de intercambios. Y, si dispone de tiempo, que es un bien escaso en nuestra casa, prepara algunos para regalar.
Es algo que me apetecía compartir con vosotros.