Entre mis genes, figura, como en otra mucha gente, el espíritu de urraca que nos lleva a ser coleccionistas compulsivos. Acumular mierda, que resumían en mi casa. Con el tiempo, unas colecciones se estancan, otras avanzan con dificultad, algunas ni se inician y unas pocas prosiguen.
Entre estas últimas, se encuentra los marcadores de libro o puntos de lectura. Este artilugio de papel o cartón, generalmente, porque he visto de todos los materiales, que nos sirven para recordarnos por donde va nuestra lectura.
En las últimas semanas, la blogosfera me ha servido para un par de detalles relacionados con esa afición. Por una parte, descubrí, a través de blog de Isi, un sistema para ordenarlos. A más le parecerá una tontería, pero me ayudó a organizar la colección y poder sistematizarla. Por otra, encontré que había otras bitácoras de temas parecidos, como http://puntodelectura.blogspot.com/, donde incluso encontré una historia de los puntos de lectura.´
Así que, una vez recibido, toca aportar, entregar algo con la misma generosidad que recibe de otros. Y, de esa manera, surge esta bitácora. Una vez que comienzo a tener la colección más o menos ordenada, uno descubre las piezas repetidas. Así que surge la posibilidad de intercambiarlas con otros coleccionistas.
Y en la medida en que me entere de noticias relacionadas con el mundo de los marcadores de lectura, las compartiré con todos vosotros.
Fernando, bienvenido!
ResponderEliminarVeo que a ti como a mí te dicen eso de acumular mierdecillas varias ;)
Bueno, yo creo que tenemos el síndrome de Diógenes en fase avanzada...
Saludos desde Salamanca!
Gema.
Yo tengo esa misma manía de coleccionarlos. Los hay preciosos, la verdad. Más papelotes en casa. xD
ResponderEliminarAl final uno no sabe si acumula mierdecillas o las mierdecillas le acumulan a él. Por fortuna, Costilla me las permite tener en casa, incluso me anima a ordenarlas. Así que en esto estamos.
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