Si pudiéramos resumir en una palabra el encanto de coleccionar marcadores de libros es variedad: de temas y de formas. Porque, con mucha frecuencia, los diseñadores superan el rectángulo habitual. En este, una reproducción de una flor seca, una costumbre que uno no acaba de entender por lo mal que se lleva la humedad y el papel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario